martes, 4 de marzo de 2008

Y llego el primer día de clases...

Desde San Francisco, en Cordoba (corazón de la Argentina según la propaganda turística...) le comento algunas impresiones (y no digitales) de este día tan ansiado por los padres, no así por los chicos...
A falta de un acto de inicio de clases, tuvimos cinco... uno para cada sección del colegio... Cinco discursos, cinco veces me presentaron como "el hno nuevo..."
Pero lo que más me llamo la atención, y lo que provoca esta reflexión, es el acto del jardín de infantes (el kinder) de la sección de la tarde... Hay tres salitas: de 3 -4 y 5 años.
Era un acto formal para personas formales con una formal directora dando un formal discurso... pero los chicos estaban haciendo su propio acto. Tres de ellos consideraban que intentar atrapar a una hormiga que les corría por entre los pies era mucho más interesante. Otro aprovechó el momento para estirar las piernas corriendo de un extremo al otro del semicirculo donde se encontraban sentados. Dos lloraban en silencio (ahi no me di cuenta si fue por las palabras de la directora o porque extrañaban a la mama).
¿Cuándo Jesús nos invitó a ser como niños se refería a esto? Cuando los vi pense que así se debe sentir la verdadera libertad... No en hacer lo que nos da la gana, sino en disfrutar en todo momento con cosas simples...
Asi que, nadie se sorprenda si para la siguiente reunión me consigo un par de hormigas para perseguir...

Un abrazo a todos...

3 comentarios:

Unknown dijo...

algunas veces en misa me encuentro con una niñita como de cuatro años. Le gusta correr por toda la iglesia y esconderse detrás del altar del sagrario. Ella se esconde y yo la pillo con la mirada. Es una buena estrategia para sobrevivir despierto, además estoy convencido que Jesucristo se entretiene igual que yo, aunque haya gente que se incomoda por "el desorden de los niños".
Yo no sé qué será, pero como que a los treinta se despierta un instinto paterno medio galopante....
Álvaro.

George dijo...

Instinto paterno? No, todavía no... tal vez porque no tengo 30... si, solo 29...
Mis instintos todavía no despetador la paternidad... y si en algún momento llega, me imagino pañales, llantos y y noches sin dormir y ese deseo paterno desaparece magicamente... pobrá... por ahi te funciona también...jajaja
Abrazos para todos...

George dijo...

es verdad, debe ser otra cosa entonces. jajajaja
En una de esas debería estudiar Educación Parvularia en vez de psicología. Voy a pensarlo...
Álvaro.